Que hacemos nuestra, aunque hayan recurrido a desempolvar las fotos de su niñez, lo que no deja de ser un hábil y fácil recurso. En estos días, en este día 24 de diciembre, fun, fun, quién no se tendría que sentir conmovido por tales recuerdos, que todo el mundo hace suyos, lo mismo que por las frases que se ponen en boca de tan tiernos infantes, que después con el paso de los años serían aspirantes a gobernar, nada menos que a los ingobernables españoles.
Suscribimos, pues, todo lo dicho aunque con dos objeciones:
a) seguir la senda de Juan Imedio, el simpático y dicharachero locutor, en lo de ponernos por delante, él lo hace todas las semanas del año, a imágenes de niños, aunque sean las de ellos mismos, y así tener ganada de antemano la aquiescencia del público.
b) el peligroso precedente que ello supone pues pronto veremos cómo nuestros políticos, tan escasos de originalidad en ocasiones, se imitan unos a otros en la búsqueda incesante de ser queridos o del disputado voto, y así aparecerá una segunda entrega con las fotos de la niñez de Rubalcaba, de José Blanco, de María Teresa Fernández de la Vega, de Zapatero, de Pedrito Solbes, de Marianito Bermejo…Y para qué seguir . Además se establecería un peligroso debate nacional sobre que niños serían más guapos o más inteligentes.
Y de paso nos sale una tercera objeción, la c): El adulto Rajoy da mal ejemplo a la ciudadanía, demostrando que lo suyo es el Derecho y no la Gramática porque no se puede emplear el infinitivo: disfrutar, pasarlo, ser felices, sino más bien un suave imperativo o incluso el subjuntivo :sed o que seáis felices, disfrutad o que disfrutéis, etc. Que no se queje después de que el puntilloso Losantos le saque faltas también en este terreno.
