Los Inválidos, en Paris
Florencia
Soltaniyeh, en Irán
Según leemos el pintor Barceló, con todos los medios materiales y artísticos a su alcance, está pintando y terminando una cúpula para el embellecimiento de la sala XX del Palacio de las Naciones de la ONU, con un precio final de unos 20 millones de euros.
Habrá que esperar a su finalización para comprobar el placer estético que nos depara acostumbrados como estamos al clasicismo cupular y del que les mostramos tres ejemplos diversos, tanto sacros como profanos. Así pues el veredicto nos lo guardamos para el día de su inauguración, que está próxima y que se hará con gran boato ya que tienen prometida su asistencia el Rey Juan Carlos, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos más 700 invitados.
La magna obra se justifica por la contribución a la promoción de los derechos humanos y ha llevado a Barceló año y medio de trabajos, con retrasos por problemas técnicos debido a la envergadura de la cúpula, de 1.400 metros cuadrados, y a la dificultad del proyecto, basado en un mar de estalactitas colgantes.
El director general de la ONU, Serguei Orzhonikidze, expresó el gran agradecimiento de Naciones Unidas por este regalo de España, que, recordó, fue una iniciativa personal del Rey, en nombre de la sociedad española, surgida durante su visita a Ginebra en marzo de 2005.
O sea, fue nuestro actual Jefe del Estado el que prometió tal obra , que va a costar unos 20 millones de euros de los que España va a financiar el 40 % , se dice, aunque el embajador Garrigues nos conforma diciendo: «No por estar en tiempos de crisis hay que sacrificar ese ámbito de los derechos humanos».
El profano sigue haciéndose preguntas como en qué contribuye a los derechos humanos esa colosal obra de arte de inciertos resultados para el buen gusto o si nuestro dadivoso Gobierno acostumbra a hacer tales donativos, en los tiempos que corren o por qué EEUU no se rasca más el bolsillo para estos eventos y es un eterno deudor de la Naciones Unidas. Seguramente su política económica tendrá otras prioridades.
Tres preguntas hechas sin los signos de interrogación acostumbrados pero los gramáticos nos han enseñado que se pueden formular preguntas sin su uso, y más cuando el tablero está fallando.
