El Rey, fotografiado con los soldados.
“El Rey don Juan Carlos ha iniciado hoy una visita por sorpresa a las tropas españolas destacadas en Afganistán, cinco años después del viaje que realizó en 2002 a Kosovo para celebrar con los soldados el Día de las Fuerzas Armadas.”
Esta nota de prensa nos dice que Don Juan Carlos va a pasar la Nochevieja con los soldados destinados en uno de los puntos más peligrosos y donde ha habido en los últimos tiempos bastantes bajas.
Todo esto ocurre cuando todos los que este año desde los medios, desde sus páginas web personales, desde las valientes quemas de fotos regias, se disponen a pasar una agradable velada familiar al calor del hogar lejos del furor talibán.
Mientras toman el pavo o lo que les plazca olviden por un momento sus atávicos rencores y sus persistentes complejos de inferioridad y convengan con nosotros en que en esta vida no todo se reduce a saraos, vagancia y regatas.
Cuando el Rey esta quemado se junta con los que por una razon u otra nunca van a escupirle a la cara.
Siendo hoy el día siguiente a la Nochevieja no entendimos en un principio sus palabras. Alguien más clarividente me apunta: «Hombre, va a reunirse con los suyos, con el Ejército y éste no le va a fallar». Lo que nos parece un diagnóstico acertado al ser en general los políticos seres poco fiables que viven en función de los votos ciudadanos y no del interés general de la Nación y esto explica su tremenda desunión ante el terrorismo que de una manera clamorosa utilizan como arma arrojadiza.