La actualidad española de los últimos días, vista por humoristas profesionales o que casi todo lo dicen en clave de humor, como puede ser Buenafuente, o Eva Hache o el del Hormiguero.Los demás hacen humor sin saberlo, caso de Solbes, o de Magdalena Álvarez, con una semana loca de inauguraciones, “antes doblá que partía”, o de Rajoy, que últimamente está muy inspirado, convierte las ruedas de prensa en auténticos show, con humor del bueno. Es un humor más fino que el de Zapatero, que en todo caso arranca sonrisas intelectuales que maldita sea la gracia que les hace a algunos.
Y ya en un plano más serio, lo de siempre, el discurso del Rey en que parece que da un pequeño tirón de orejas a los partidos que estamos seguros de que no le van a hacer el más mínimo caso: no se van a unir en la lucha contra el único enemigo a batir, con lo que éste se aprovecha y sale reforzado de esta lucha estéril por el poder: junto con la corrupción el fenómeno terrorista sirvió para desalojar a Felipe González del poder, lo utilizan para quitar al que está ahora y dicen que otro tipo de terrorismo fue el que los sentó en la Moncloa.
Como música de fondo otro atentado del terrorismo de origen vasco, en el territorio por el que dice luchar con lo que la esquizofrenia más absoluta sigue habitando en las Vascongadas. Y su lehendakari vocifera cuando son detenidos los de herribatasuna diciendo que los partidos, PSOE y PP “utilizan la violencia para combatir las ideas”, o sea que los batasunos son inocentes y la justicia es prevaricadora ya que condena por placer, también se lamenta amargamente de que los familiares de los presos mueran en accidente de carretera al ir a visitarlos. Estamos en un círculo infernal: en la cárcel están condenados por asesinato o por colaboración en su comisión y sus familiares por ir a verlos. Alguna culpa tendrá la represora justicia que los manda lejos de sus casas y de sus familiares. Seguramente algún familiar de los casi mil que ya llevan “ejecutados” habrá caído en el asfalto, o lo que es casi peor, habrá acabado siendo el resto de su existencia un muerto viviente o un amputado. Conclusión: no queremos que se produzca la muerte de nadie más.
Por último, el discurso del Rey ha tenido carencias o no ha sido del gusto de todos, como no podía ser de otra manera, pero desde el único medio que recordamos haya sido atacado con saña es desde la emisora de la Conferencia Episcopal Española a través de un tertuliano y eso que no estaba Federico Jiménez o a quizá por eso mismo: para hacer méritos..
La actualidad en los últimos días en dos claves
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Humor guasón y sardónico el de Buenafuente, más chusco antes que ahora la verdad; soso el de Eva Hache e impertinente, tendencioso y excesivamente mordaz el de Pablo Motos.
La pobre “Maleni” ,fustigada por las críticas, ha tocado el cielo en Málaga. Llegó el AVE a la tierra de la que desgraciadamente ella es garante, pero recuerden la figura de Villalobos. Ambas peculiares, toscas y un poco insolentes. Por cierto que la pobre Celia no ha podido enturbiar la llegada de la alta velocidad a nuestra ciudad, con lo que hubiera disfrutado ella….
Ayer leí la entrevista de Carod Rovira en “Publico”. El macrocéfalo nacionalista ante la gestión desastrosa de “Maleni” se atreve a decir que “los catalanes solo somos importantes para el gobierno por los votos y por los impuestos que pagamos”. Es que…resulta ya cansino recordarle a este contumaz abigotado que él fue el que le prestó apoyo a este gobierno y que Cataluña sigue siendo España.
La perorata del monarca, como casi siempre. Habló de todo sin decir nada, rasgo real – en los dos sentidos – de nuestro Jefe de Estado, siempre correcto pero sin involucrarse más que en el terrorismo donde no deja de abogar por la unidad. Esto es, hoy por hoy, idealista mientras actores políticos relevantes como Ibarretxe declaren que las “ilegalizaciones nos devuelven al pasado”. Inadmisible, pero cierto. Y es que en parte esto es lo que está pasando entre el pueblo vasco. Algunos quieren que se ponga fin a los “violentos” y no a los terroristas. Ambigüedad excesiva para acabar con una realidad que se está extendiendo desmesuradamente. Todo esto convierte al hecho de cambiar a una plaza el nombre, dado que era de un terrorista, en toda una ocurrencia heroica.
Por sentado se da esa máxima que se obtiene de su texto: “no queremos que se produzca la muerte de nadie más”.
Nuestro incombustible Federico marca un canon – ahora que esta de moda el término- y eso que pierde oyentes. He de decir también que la emisora de la Conferencia Episcopal no ha sido la única en la que se ha expresado contrariedad ante el discurso del Rey. Cuidado que el iluminado y presto José Erkoreka en nombre del PNV dice: “discutible es su canto a las excelencias de la Constitución”. Pienso que se trata una frase cargada de contradicción… Y es que no solo ha de caer un cortante “¿por qué no te callas?” al líder venezolano duro de oído y con trazas de gorila.