Un dormitorio de Cáritas.
Antonio Algora Hernando, del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia
Cuando estamos cerca del fin de la Campaña de la Declaración de la Renta, además de recordarnos y animarnos a que pongamos la cruz en su casilla, pasa revista a sus logros y al trabajo que le hace gratis al Estado Español-bueno, gratis no, es lógico que sus trabajadores, además de ganarse el sustento diario lo hagan para conseguir un buen puesto en la vida eterna-, y de lo que lógicamente nos beneficiamos todos los que moramos en este país.
Las cuentas nos la acaba de hacer el vicesecretario para asuntos económicos de la Conferencia episcopal, Fernando Jiménez Barriocanal, que cuantifica lo que la Iglesia le ahorra al Estado en varias decenas de miles de millones de euros». Sólo en el sector de le enseñanza, 3.372 millones. Sin contar la asistencia sanitaria, cultural, litúrgica y pastoral.
-Gestiona 6.022 centros privados y concertados, en los que se educan 1.277.256 alumnos y calcula que la Iglesia le ahorra al Estado más de 3.000 millones de euros, porque el coste de una plaza en un centro público se acerca al doble del importe asignado para una plaza en un centro concertado.
– Su actividad caritativa y asistencial: Con redes como la de Caritas y 4500 centros asistenciales a través de las cuales atiende a casi tres millones de personas al año.
– Ámbito cultural: el 30% de los monumentos en España son de titularidad de instituciones eclesiales que lejos de constituir un tesoro económico o una fuente de negocio, se concibe como un servicio a los demás que a la Iglesia le cuesta 54 millones de euros al año sólo en obras de rehabilitación.
– Atención espiritual: uno 20.000 sacerdotes españoles, acompañados de los agentes de pastoral, dedican más de 46 millones de horas a la atención espiritual de los españoles, lo que supone la celebración de más de cinco millones de eucaristías al año o la formación de cerca de un millón de niños y jóvenes en las parroquias
– el Camino de Santiago, la Semana Santa y las fiestas y tradiciones populares.
Toda esta exposición de datos es fiel a la parábola evangélica de los talentos, en la que Cristo pide a sus discípulos que los hagan fructificar al menos el ciento por uno: según dice Fernando Jiménez Barriocanal la Iglesia no lo está haciendo mal ya que un euro en la Iglesia vale un 250%.
En resumen: la Iglesia da trigo y no sólo predica.
