Minorías catalanas incendiarias

incendiarios

En Wikipedia, llamada la enciclopedia libre-¿también están las enciclopedias ideologizadas?- leemos:

“Cataluña fue durante la Edad Media uno de los territorios principales de la Corona de Aragón. Con el declive de la Corona decayó Cataluña, que no volvió a destacar hasta la industrialización. Su historia y su lengua son muy valoradas por sus habitantes y para muchos son la base de su identidad colectiva. En la actualidad tiene unos 7.197174 que viven 946 municipios.”

Pues bien, a juzgar por estos datos no deberían se preocupantes aquellos que nos indican que a una de las manifestaciones más numerosas no fueron más de 20.000 y los autores de los atentados contra los símbolos de la Nación, la bandera y los miembros de la Corona, son unos cuantos cachorros enviados por los radicales, de extrema derecha e izquierda catalanas, independentistas, sin saber en realidad lo que es eso, una especie de  “chicos de la gasolina” a la catalana, sin que sepamos discernir quién es su Arzallus de andar por casa, que desde luego de seny, nada.
Y finalmente, el de los cócteles molotov contra la casa de los hijos de los Reyes, uno.

Y de los 946 municipios, sólo 122 siguieron la iniciativa del independentismo para la Díada y quebrantaron la Ley de Banderas para que ondease únicamente la enseña estelada en los balcones de los Ayuntamientos. Eso sí, ejercieron sus actos ilegales sin ningún problema ni con la Generalidad ni con los Mossos: más dejaciones de sus obligaciones. Dice el fiscal que todo ello es constitutivo de delitos de ultraje a España , penado con multa de 7 a 12 meses, y de injurias graves a la más alta representación del Estado ,penado con multa de 6 a 24 meses, contemplados en los artículos 543 y 491.1 del Código Penal, respectivamente.

Y en la Generalidad gobierna un tripartito cuyo principal partido es el que gobierna en el resto de España, ergo, ¿qué  hace Zapatero que no tira de las orejas a Montilla por su incompetencia manifiesta en este problema, que a juzgar por los datos, de momento, es algo menor?

Después Rajoy y la caverna mediática le pasan factura, a su vez, a él, y le acusan de debilidad con los nacionalismos, aunque la culpa-vocablo favorito de la civilización judeocristiana- la tienen los dos grandes partidos, incapaces de unirse para quitarles su excesivo protagonismo, ya que al final ellos son los que parten el bacalao en el Parlamento.

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