PODEMOS y lo que se avecina

Este movimiento tan vituperado y menospreciado que ha llenado de terror a los grandes partidos, sobre todo al que gobierna, que lo ha calificado escatólogicamente como «caca» por boca uno de sus más repelentes representantes (el nuevo portavoz en el Congreso) o como los nuevos «adanes» por su presidente, el de las impagables y deliciosas declaraciones, puede tener unos desagradable efectos secundarios para casi todo el mundo, comenzando por

a) A los nacionalismos decimonónicos que en la actualidad amenazan nuestra convivencia y traernos la ruina la aparición de PODEMOS les puede costar su propia ruina:  puede arruinar al Sistema, a la partitocracia en el poder y a los nacionalismos secesionistas.

b) Al pueblo llano intencionadamente analfabetizado, su razonable cabreo ante el robo, a manos llenas, del bienestar social, por obra y gracia de los poderes económicos y financieros, vía sus mayordomos, los Gobiernos PODEMOS le puede costar la democracia, su libertad.

c) A los poderes fácticos y a sus correveidiles, semejante desbarajuste y abusos antisociales les puede costar que PODEMOS arruine su nicho económico de mercado de casi 50 millones de personas.

d) A los medios enmerdados durante años en el proceso social de silenciar como corderos a sus clientes, la llegada de PODEMOS puede suponerles la patada en el culo como agradecimiento a sus servicios prestados.

Posdata: Artur Mas, el sujeto que es representante  del Estado en Cataluña, que dijo  en su discurso de fin de año que:“El Estado nos quiere divididos y cada uno por su cuenta” es el que fue paseado el otro día en Barcelona por el Jefe de ese mismo Estado haciendo de chofereso.

Después no debemos extrañarnos de que el pueblo llano vea con simpatía a este partido aún en ciernes, a PODEMOS, que amenaza con arramblar con todo. Personalmente creo que una de las soluciones podría ser que los grandes partidos dieran paso a los jóvenes, exentos de dobleces y corrupciones y además dotados de inteligencia, honestidad y sentido común, aunque observo que algunas de estas cualidades no adornan a algunos mindundis que estos grandes partidos han  comenzado a imponer en Andalucía, por ejemplo.

 

 

 

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