Dos formas distintas de combatir la crisis:el botellón y la manifestación

sentada juvenil

manifestacion por el olivar

La juventud no se arredra ante el desempleo galopante que la asola, ni ante los contratos basura, ni a la explotación a que son sometidos cuando hacen sus prácticas laborales, antes al contrario le planta cara a sus sempiternas crisis entregándose, a veces desaforadamente, al calimocho suyo de todos los fines de semana.

Esta vez han elegido como escenario de su entrega a estas prácticas evasivas de la realidad la tierra soñada por tanta gente, la Granada de Federico, en número de  10.000 jóvenes, aunque con una finalidad, como no podía ser de otra manera, poética: la bienvenida y salutación a la Primavera.

 Internet fue quien reunió a chicos de toda Andalucía en un gran botellódromo donde se confinaron voluntariamente, siendo vigilados discretamente por un centenar de agentes de la Policía Loca: todo muy idílico en comparación con la batalla campal que hubo hace unos días entre jóvenes  y policías catalanes.

Dejando a un lado las naturales ganas de diversión de los jóvenes seguramente no perderán, mientras tanto, de vista los siguientes datos:

El desempleo juvenil en España subió diez puntos porcentuales a lo largo del 2008 y se situó en el 29,5%, duplicando casi la media de la UE-27 (16,6%), según datos de Eurostat recogidos por el Instituto de Estudios Económicos (IEE).Ya sabíamos que España es el líder de toda la UE de la precariedad y el contrato basura, pero visto en el sector de la juventud trabajadora, el mercado laboral español es de auténtica pena. La precariedad se ceba entre los jóvenes durante largos años y ésta es mayor en el sector público que privado. Son algunas de las demoledoras conclusiones del resiente estudio del Observatorio Joven de Empleo.

También en Andalucía, a 98 kilómetros del magno botellón, y en protesta contra los intermediarios y las multinacionales que se llevan gran parte de los beneficios del olivar, alrededor de 5.000 olivareros de Andalucía, Castilla La Mancha, Aragón, Extremadura y Murcia se manifestaron ayer en Jaén para exigir soluciones al drama de los bajos precios del aceite y contar la especulación, convocados por COAG.

Una interminable comitiva amarilla-el color el oro líquido, como se sabe- reivindica no ya una solución a un problema que le va a costar al sector 800 millones de euros este año, sino una forma de vida: la de los 300 pueblos olivareros de Andalucía, cuya economía y cuya vida giran en torno al olivar. “Los precios actuales ponen en cuestión al 90% de los olivareros», «Hay un pacto de chorizos y sinvergüenzas para ganar dinero con nuestro aceite. Las grandes empresas de distribución, respaldadas por grupos financieros, nos arruinan especulando con el precio de nuestro aceite.”, “Tres empresas controlan el 80% del mercado, y SOS maneja ella sola el 30%. Abusan de su posición”, decía Miguel López, secretario de COAG.

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