La ciudadanía se sorprende ante el comportamiento en los Tribunales de estos dos acusados de graves delitos por los que están siendo juzgados en Madrid. Como se ve en la foto la etarra Idoia Mendizábal Múgica, alias ‘Ilargi’ se colocó en el banco de los acusados con las piernas por alto por lo que fue reconvenida por la jueza Ángela Murillo en el sentido de que no estaba en un vulgar botellón o de chiquitos: “¡Que se siente normal!”.
Por su parte el ex jefe ‘militar’ de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, ‘Txeroki’ también muestra una conducta incalificable por su falta de respeto al Tribunal al que ha cantado ‘Jo ta ke’, ‘Dando duro’, con un puño en alto, permaneciendo recostado en una silla ante el tribunal y girando reiteradamente la cabeza para saludar en plan festivo a los amigos y familiares presentes.
En cualquier parte del mundo un ciudadano que delinque observa unas mínimas formas ante los tribunales que los juzgan, siquiera sea por respeto ante las condenas que les pueden caer, aunque se trate del más insignificante ratero, lo que no es el caso de estos dos ciudadanos españoles que responden ante la Justicia por la comisión –y al parecer nulo arrepentimiento- de graves delitos.
Idoia en concreto se enfrenta a una petición por parte del fiscal de 25 años de cárcel por arrojar varios cócteles molotov que impactaron en la vivienda de una agente de la Ertzaintza que vivía en la localidad guipuzcoana de Idiazábal. Le imputa los delitos de incendio, tenencia y empleo de aparatos inflamables y atentado que pudieron tener “resultados fatales para la vida de las personas”. Entre las acciones que se le imputan está la colocación de un artefacto lapa en los bajos del vehículo del socialista Eduardo Madina. Además fue condenada a 377 años de cárcel por su participación en el intento de asesinato de la teniente de alcalde de Portugalete (Vizcaya)Esther Cabezudo, mediante la colocación de un ‘carrito bomba’ que debía estallar a su paso por la calle que conducía al Ayuntamiento.
A ‘Txeroki’ se le juzga también por su intervención en el intento de asesinato de la teniente de alcalde de Portugalete Esther Cabezudo . La fiscal Carmen Monfort ha elevado a definitiva su petición de 377 años de prisión en su contra por la comisión de 20 delitos de asesinato en grado de tentativa y uno de estragos por participar en esta acción como miembro del ‘comando Olaia’.
