De cómo algunos políticos pretenden ningunear a la Justicia

rajoy camps

Tanto Rajoy como Miguel Ángel Rodríguez en su día han hecho un flaco favor a la Justicia –tan deteriorada por tantas razones- obrando o hablando como si ésta les importase un bledo, como si fueran como aquel dicharachero alcalde jerezano que la calificó de “cachondeo” o como esos políticos catalanes que quieren una justicia a la orden de sus imposibles deseos.

Así Rajoy, cuando le han preguntado por la posible imputación de Camps por el Tribunal Supremo por el caso Gürtel ha contestado de esta desconcertante manera:

Voy a apoyar a Camps, va a ser el candidato del PP en las próximas elecciones en Valencia (…) la Justicia dirá lo que quiera” , lo que dicen  ha dejado atónito a más de uno en su partido y fuera del mismo: la cantada de tan ilustre señor que por inercia puede regir los destinos de España ha sido la comidilla del día en las tertulias de bares y la cola del autobús, relegando incluso a un segundo plano la jornada liguera de mañana tan crucial para algunos equipos.

Lo apoyan Núñez Feijóo y Arenas pero muchos opinan que estas declaraciones son “aventuradas” e incluso “improcedentes”: no respetan  las instituciones judiciales -algo tan reclamado en el caso del Tribunal Constitucional- ni la teórica contundencia contra la corrupción de la que tanto ha presumido en las últimas reuniones del Comité Ejecutivo Nacional.

Y  el caso de  Miguel Ángel Rodríguez: Nueve días después de que el doctor Montes fuese exonerado por la Justicia de la acusación de que practicó sedaciones ilegales en el Hospital Severo Ochoa de Leganés dijo en un programa televisivo: «Si alguna parte de la audiencia me ve, si alguna vez caigo en manos del doctor Montes o de sus secuaces, por favor llamen a la policía», habiéndolo llamado “nazi” hasta en tres ocasiones ya que “ el que decide matar a alguien es un nazi».

La fiscalía cree que incurrió en un delito de calumnia y pide que sea inhabilitado para ser elegido durante dos años y que, en caso de ser condenado, dé publicidad a la sentencia como parte de la «reparación del daño». Además, reclama una indemnización de «20.000 euros por las lesiones sufridas en su honor» aunque Montes pidió un millón de euros de indemnización.

 

 

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