Más sobre el sobreseído Gürtel valenciano: Dádivas quebrantan peñas

tribunal superior de justicia de valencia

Por mucho que Camps saque sus pectorales, tan bien revestidos por costosos trajes, a pasear y diga paternalmente a sus huestes valencianas, henchido de gozo, que “ ya advirtió él que era inocente y que ahora va a trabajar más que nunca por su pueblo para repetir la mayoría absoluta”-habrá quien diga que son declaraciones apócrifas pero seguro que si no lo ha dicho lo habrá pensado- o que Rajoy en su imparable e irresistible ascensión al Olimpo de la Moncloa, gracias a la invulnerabilidad de su partido a tantos actos corruptos, diga con gran énfasis, ornado de un innegable sentido del humor del que no se despoja en ningún momento-es su condición- :»ha ganado-por un pírrico 2-1, no por goleada- la justicia, el sentido común y los vendedores de tila, porque hay algunos que, sin duda, están de los nervios», el asunto no ha terminado por muchas razones y porque muchas interrogantes penden sobre las cabezas de tantos receptores de regalos caros, más una lata de anchoa.

Así por ejemplo, y ante el sobreseimiento de la causa contra Francisco Camps, desde las feraces tierras de Costa Rica, que junto a Puerto Rico lleva ese calificativo al que tanto aspiran muchos de nuestros prohombres públicos, nuestra ViceVogue-mote losantiano que hizo fortuna- De la Vega ha anunciado que la Fiscalía General del Estado, órgano teóricamente independiente, recurrirá esta decisión, algo que poco después la Fiscalía lo confirmó.

También el ex fiscal anticorrupción Jiménez Villarejo ha afirmado que decisiones como esta, la del Alto Tribunal Valenciano, pueden ser un freno en la lucha contra la corrupción.

Así es que mientras llega este recurso al TS, donde le esperan largos años, en los congeladores de alta gama de que hace gala junto a su, a veces rival el TC, la ciudadanía no parará se hacerse preguntas y considerandos que podemos resumir en lo siguiente:
¿Pagó Francisco Camps los trajes de su bolsillo?
¿Dio la Generalitat trato de favor a las empresas de Álvaro Pérez, El Bigotes?
¿Mintió el presidente valenciano en el Parlamento autonómico y en el juzgado?
¿Es ético recibir regalos de empresas que contratan con el Gobierno de la Comunidad Valenciana?
¿Son íntimos amigos Camps y Juan Luis de la Rúa, presidente del tribunal que ha archivado la causa?
¿Reabrirá el caso el Tribunal Supremo, como piden la Fiscalía Anticorrupción y el PSOE? ¿Por qué uno de los tres magistrados que firman el auto judicial discrepa de sus dos compañeros y cuestiona que los hechos «no sean constitutivos de delito»?

Yo no estaría tranquilo, forastero, porque aunque la causa haya sido sobreseída  el auto del TSJCV deja bien claro que Camps recibió costosos regalos de El Bigotes. E incluso arroja una sombra de duda sobre las «valoraciones de tipo ético» que merece la práctica de aceptar dádivas de las empresas de la trama Gürtel adjudicatarias de contratos del Gobierno valenciano aunque no se pueda probar que, a cambio de esos regalos, Camps beneficiase a la red de empresas tejida por Francisco Correa y su hombre de confianza en la Comunidad Valenciana, o que influyese a su favor.

Dos magistrados -el tercero ha discrepado: un discreto 2-1, repito-  interpretan que Camps no recibió esas dádivas en función de su cargo de presidente de la Generalitat, y que no siempre se produce un «automatismo genérico» entre el regalo hecho a un cargo público y la contraprestación que éste otorga al autor de ese presente. “No siempre”, pero otras ocasiones sí, se sobreentiende.

Ya dice el refranero español que dádivas quebrantan peñas y dádivas la hubo: miles de euros en regalos de la trama corrupta, desde trajes a zapatos, pasando por pulseras, relojes o juguetes que Camps no ha podido demostrar, como aseguró reiteradamente, que pagara de su bolsillo o de la caja de la farmacia de su mujer.

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