En estos tiempos en que parece que sólo lo joven vale, en que existen asociaciones de parados mayores de 40 años porque tiene muy difícil acceder al mercado laboral, en que se señala como algo admirable la insultante juventud de ministros, y sobre todo ministras, en que muchas empresas suelen, con la ayuda del erario público, jubilar a personas con apenas 50 años, surge el notición de que una persona octogenaria va a regir los destinos de una empresa que arrastra una deuda monstruosa afirmando además que no sabe nada de tal empresa, la Televisión española
Estamos ante Alberto Oliart, 81, ex ministro de la desaparecida UCD, y que a pesar de sus años es un ejemplo de lucidez y de vida activa. En la actualidad es colaborador del espacio Tertulia de Sabios que acoge los martes La Ventana de la Cadena SER.
Es Abogado del Estado, jubilado, y entre sus hobbys está escribir poesía-fue amigo de Gil de Biedma- y la de ser reclamado para expresar sus opiniones sobre distintos aspectos de la vida y de la política. Como anécdota, la de haberse manifestado en unión de sus nietas, hijas de Sabina, contra la guerra de Irak, así como por fustigar en sus artículos de prensa las malas artes de la crispación de algunos políticos. Como ejemplo vean “lo último” de Camps, que ha asegurado que a su rival político Luna «le encantaría coger una camioneta, venirse a mi casa de madrugada y que a la mañana siguiente yo apareciese boca abajo en una cuneta».
El nombramiento ha sido fruto de un acuerdo PSOE -PP porque piensan que va a garantizar la «independencia y pluralidad del ente” y ha sido recibido de forma desigual: así el PNV se ha enfadado porque no se le ha consultado y otros consideran que ha sido una burla y una muestra de que los partidos políticos no están en absoluto interesados en el futuro de RTVE, aunque a los que ha sentado peor es a los representantes de la caverna mediática-al parecer este nombre que se le da a los retrógrados o inmovilistas se está consolidando- pues están sacando lo que para ellos es un baldón en su trayectoria:
En una ocasión concedió una entrevista al diario vasco GARA. A Alfonso Ussía no le gustó y dijo: “ un individuo que ha sido ministro de Defensa y anda ahora de picos y morreítos con los defensores del terrorismo, no puede pretender el homenaje o la admiración de la buena gente de la calle», «desde la ignorancia del contenido de sus declaraciones a Gara, mi humilde opinión me anima a calificar la presencia de Oliart en esos papeles de pago por su seguridad personal. De vergonzoso y extemporáneo arreón de cagalera» Dicho todo en el estilo ussiano exquisito que tiene bastantes admiradores.
También los carpetovetónicos plumillas le afean que en la Fundación “Sabino Arana”- cuya sola mención produce en ellos alarmantes sarpullidos- participase en un seminario llamado “Azaña y Ortega”: ¿Dos ideas de España?», coordinado por Txema Montero, en tiempos abogado de etarras y antiguo miembro de Herri Batasuna.
Dicho lo cual deseamos a don Alberto todo el éxito del mundo en la televisión de todos y que si llega a ser denominado Alberto el Breve lo sea porque sea destituido a la mayor brevedad por los avatares de la política y no por otras razones más impredecibles.
Un insulto a los Jubilados forzosos