El caso Olvido Hormigos y la imputación del alcalde

[youtube]http://youtu.be/o0CGD9qK4vE[/youtube]

En la entrevista que la  Sexta le hace a Olvido Hormigos esta dice «El video  robado fue subido desde la alcaldía del PP». Pues bien hoy hemos sabido que el alcalde de Los Yébenes,  Pedro Acevedo (PP), ha sido citado como imputado por el juez en el caso de la difusión del vídeo íntimo de la concejal Olvido Hormigos (PSOE). En otro momento ya reconoció haber enviado en una ocasión, desde su teléfono móvil a un primo suyo, un enlace al vídeo, en el que edil socialista aparece masturbándose desnuda.

 Ya dije en esta serie de posts dedicados a la irreflexiva concejal que este asunto iba a traer cola en cierta España que siempre ha sido más papista que el papa, también en asuntos de moral, bragueta y buenas costumbres, a lo que ha sido movida no solo por la SantaMadre, desde los púlpitos y confesionarios: también la ciencia médica aportaba sus particulares teorías (España y la cruzada médica contra la masturbación (1800-1900 …)

 También vaticinábamos que cualquier comentarista o  ideólogo que se preciara – ya han salido unos cuantos-  va a dar su opinión sobre la ocurrencia de la señora Hormigos. Y como es un asunto que todavía no se ha enfriado hoy les traigo la de un medio de la derecha extrema, El Trasgo en La Gaceta, y la de Pérez Reverte., académico de la lengua  con léxico muy rico en palabrotas, en la línea de otros ilustres académicos como Cela –recuerden lo que este celebró el cipote de Archidona, una especie de masturbación asistida que se llevó hasta el celuloide La Insólita y gloriosa hazaña del cipote de Archidona – 

El alatriste Arturo Pérez-Reverte  entra a saco:

«Todo mi apoyo, que no dimita y se fastidien los meapilas y linchadores interesados. Hasta ahí, de acuerdo. Y que siga tan guapa y tan chula, pisando fuerte. Pero tonta, lo que se dice tonta, reconozcámoslo, la señora es tonta de concurso».

Olvido debía haber tenido presente que vive, se mueve y ama en un país «de caínes, envidiosos y miserables», antes de ponerse a mandar orgasmos por teléfono, hay que ser panoli«. «Y sorprendiéndose luego de aparecer diciendo aaaahhhh, mi vida en Internet. ¿Lo llamaríamos tonto o no?»

 Dice El Trasgo:

“El planteamiento era precioso, sin sombras: en Los Yébenes, un municipio de Toledo, Olvido Hormigos una concejal del pueblo y del Pueblo (ya sabemos lo que es el PSOE, pero la inercia retórica es todavía poderosa), madre de dos hijos y convenientemente guapetona, se ve obligada a presentar su dimisión después de que un desaprensivo difundiera por la red un vídeo en el que la concejala aparecía masturbándose, destinado a su marido. Para completar el pastel, la propia Hormigos insinuaba que la filtración de este material privado había salido dela Alcaldía, en manos del PP.

Era, oh, tan perfecto, un guión impecable. Lo tenía todo: una España arcaica y triste, sexófoba y pacata tras milenios de opresión clerical; una mujer guapa que vive su sexualidad sin complejos, socialista, claro; una derecha cainita, hipócrita, que no se detiene ante el delito para desacreditar al rival… ‘La Letra Escarlata’,sexo, Internet, política. Ah.”

También  ‘El Mundo’, publica el testimonio de una vecina sin identificar diciendo que la chica también tenía relaciones con otro al que llaman El Legionario, y que  los jueves «era el día de la semana que Olvido se reservaba para tomarse un descanso de sus obligaciones familiares y relajarse» y a  Manuel Jabois que inserta una pieza titulada «No te masturbarás»:

 «A Olvido Hormigos se le han violado muchas intimidades esta semana, y todas utilizando el sistema métrico de su masturbación» «La masturbación de la concejala ha desempolvado viejos ritos y tics angustiosos. No ya por la reacción popular, que ésa está perdida desde los tiempos de María Magdalena, con la salvedad de que entonces al menos todos tuvieron la dignidad de no tirar una sola piedra, sino por la preocupación de contextualizar escabrosamente el delito más que por perseguirlo; interesarse por la víctima, siquiera tiernamente, mucho más que por el culpable».

Por ultimo Juan Fernández Krohn en «Olvido… o la masturbación»

«A dios lo que es de dios y al césar lo que es del césar. Se puede criticar una figura publica por su gestión, por sus actitudes en publico e incluso por acusaciones infundadas como las que la concejala toledana parece haber lanzado en contra del partido rival haciéndoles (un poco) responsables de su infortunio, pero no por practicar “el amor propio”

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