José García Abad adjudica a Zapatero una condición maquiavélica algo en lo que disentimos: si ahora mismo en España hay alguien con esa condición esa persona es Belén Esteban.
Si repasamos su trayectoria que consideramos digna de un príncipe del Renacimiento a los que Maquiavelo dirigía sus consejos, con muy pocos escrúpulos para conseguir sus fines, sin importarle los medios, podemos ver en ella un comportamiento similar: desde que se puso en su camino el torero Jesulín de Ubrique y del que salió un embarazo no ha cejado en su empeño de ser famosa al mismo tiempo que rica.
Ha conseguido esta aventajada hija del barrio madrileño de San Blas, en el que seguramente ya no morará, y durante largos años, y mediante el poderoso medio que es la televisión, tener encandilados a varios millones de españoles que la han adoptado in rectore, de manera que la consideran su princesa, la princesa del pueblo, la Flor de San Blas, entre otros títulos. Y ha conseguido tantos triunfos que dejan anonadados hasta a los más viejos del lugar que cinco días a la semana se congregan ante los programas en que actúa.
El último e inexplicable éxito conseguido ha sido el salir ganadora una noche en un Concurso de Baile en el que actúan gráciles bailarinas y consumados bailongos cuando todo el mundo, jurado incluido, sabe que baila como el culo: lo que pasa es que sabedores del tirón que tiene la citada Belén y al ser un programa de la casa orientan fácilmente al vulgo para que la elijan. Al mismo tiempo con la habilidad que la caracteriza ha conseguido introducir en el programa la semilla de la discordia: lo que lleva haciendo desde hace tantos años con la familia del de Ubrique y con todo lo que se menea.
Y terminamos con breve repaso a algunos de los hechos que la convierten en objeto de deseo de los medios y durante tantos años: Varias portadas en Interviú exhibiendo sus pecadoras carnes, emparejamientos y divorcios de ida y vuelta en los que ha habido desde gigolós hasta honrados camareros y en los que casi siempre da la noticia en directo, tanto de la separación como de la reconciliación y el pueblo sigue picando. Tampoco podemos olvidar que últimamente ha sufrido una restauración en su rostro al que ha dotado de rasgos más suaves: lo mismos que se irán esfumando si no dulcifica algo más su carácter y pasa de sus gestos airados a los llantos más espontáneos en un pis pas. Y nada más: quién sabe si en estos momentos ya estará preparando un comunicado, en comandita con el probo camarero Fran, de la reconciliación de turno: y más maera para los programas de JJVázquez.
A los muchísimos méritos que atesora en su curriculum, acaba de añadir recientemente uno más: el de analista política. Al parecer, hace pocos días ha dictado cátedra en ese programa tan intelectual de Tele 5 escupiendo sapos contra Zapatero, indicándole cómo debe regir la nación y alabando a Rajoy. Y en esto creo que es lo único en que se asemeja a su compañera de bailongos, Carmen Lomana, la estupenda sesentona super-mega-guay a la que también el presidente debe haber metido mano … en su bolso, a tenor del odio que le profesa.
Es cierto que todo el que mira cómo su bolsillo se va llenando a golpe de camelo-la Esteban- o la rica pija por su casa-es cierto que está bastante buena- la Lomana tienen un miedo cerval al rojo de Zapatero, un lobo con piel de oveja.