Bibiana Aido ante los miembros y las miembras de la Cámara

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=VTaiPYGf6eg[/youtube]

Superada a duras penas la inicial indignación que nos ha producido el maltrato al idioma que ha supuesto el que la ministra se haya dirigido a “ los miembros y las miembras de la Cámara”- en la línea de Carmen Romero, cuando decía “los jóvenes y las jóvenas”-, sería necesario que, al igual que existen retenes en épocas estivales para combatir los incendios forestales, hubiese un retén idiomático para evitar los incendios verbales que provocan con mayor frecuencia de la deseada aquellos que ocupan cargos públicos y que por lo tanto son un espejo para los demás , y más en el caso de Bibiana, la nueva ministra, muy joven, de la que muchos resaltan su excelente condición física, que no se puede decir lo mismo de otras ministras. Está, pues, bien el ocuparse de los maltratadores varones- lo de las mujeres maltratadoras lo han dejado para otro día- pero no a costa de cargarse el valioso patrimonio de la lengua.

Superado el disgusto, sí tenemos que aplaudir el que se adopten medidas contra los maltratadores procurando su curación a través de cualquier método, en este caso proponía el teléfono del maltratador: nunca se sabe si hay al otro lado del teléfono alguien convincente que puede hacer cambiar los planes de estos individuos que forman parte de un fenómeno muy extendido a escala mundial, como cuando arrojan ácido a la cara para desfigurarles el rostro y así dejarlas inutilizadas para una posible infidelidad, o como cuando sufren ablación del clítoris millones de ellas por razones culturales. Habría que hacer una revisión en profundidad de la condición humana para erradicar un problema que larma cada vez más a la sociedad.