El uso y el abuso del término «dignidad» antes de la sentencia del TC

Zapatero: «Esto sólo necesita un pequeño retoque»

España como un ‘chulapo’ que se sopla el puño

En la viñeta de Mingote aparece Zapatero, haciendo la V de triunfo, circulando en bici entre los peñascales en que se ha convertido el Estatut, diciendo con su proverbial optimismo que “esto necesita un pequeño retoque”. Con la que está  cayendo y con la terrible presión a que está siendo sometido el lentísimo Tribunal Constitucional, quizá por temor a las reacciones unánimes que ya se están produciendo.

Y debajo un dibujo de  Lluís Capdevila, del diario “El 9Nou” en que aparece un hombre vestido de ‘chulapo’ que se sopla el puño y una mujer vestida de ‘pubilla’, con el ojo morado y unas gotas de sangre cayéndole del labio, situados sobre un mapa de España, en el que la zona de Cataluña y la del resto de España se distinguen por los colores de sus banderas: Cataluña una dama a los pies de su maltratador, España.

Y en los textos las reacciones contra el Tribunal Constitucional  en el editorial que publicaron el jueves 12 periódicos con sede en Cataluña defendiendo la constitucionalidad del Estatut., “La dignidad de Cataluña”,  siguiendo previsiblemente las consignas, explicitas o implícitas, deslegitimizadoras,  del tripartito y CiU, en donde se vierten una serie de veladas amenazas sobre la respuesta que daría la sociedad catalana  si la sentencia no avalara en su totalidad el Estatut que lleva varios años funcionando y puesto  en tela de juicio por el recurso del PP.

Y si se le llena la boca a los autores del editorial hablando enfáticamente de la dignidad de Cataluña-hemos escuchado asimismo a Carme Chacón empleando ese mismo tono-, empleando además latinismos jurídicos y políticos del tipo de «Pacta sunt servanda», los periódicos subvencionados con una buena cantidad de millones de euros no deberían perder de vista que los pactos deben tener un cumplimiento recíproco y el pacto fundamental y que vincula a todos los españoles es la Constitución de 1978, en cuyo artículo 1º se dice «la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado” donde lógicamente están los poderes de las autonomías o el artículo 2º que dice que la Nación española es la patria común e indivisible de todos los españoles. También la Constitución del 78 reconoce la autoridad del TC para decidir qué leyes o estatutos se ajustan o no a la Constitución.

Pues bien, el zote vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, se pasa por el arco del triunfo algo tan sencillo como los dos artículos mencionados, más la autoridad del TC, que emana de la Constitución y arremete contra aquellos  que critican el famoso editorial que exige dignidad para Cataluña reclamando que sea delito que se haya reaccionado con lenguaje «fascista y racista» ante el mismo. Ha lamentado que España lleve siglos sin escuchar a Cataluña, «ya que cuando Cataluña llama a España no es que comunique, es que no contesta porqué al otro lado no hay nadie que quiera escuchar»

La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho también habla de dignidad aunque afirmando que la dignidad de Catalunya es tener un texto «plenamente constitucional». Y Rosa Díez califica de «vergonzoso» el editorial común que doce diarios catalanes han publicado en defensa del Estatut, un texto en el que, a su juicio, no defienden la dignidad de Cataluña «sino los anuncios que (los partidos catalanes) les ponen en sus periódicos”

Por último, la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) considera que el editorial  que insta al Tribunal Constitucional a respetar el texto del Estatut constituye «una presión intolerable» que intenta «influir groseramente» en los magistrados de este órgano para «mover sus voluntades en una determinada dirección