“Don Manuel no llama sandio a Elorriaga aunque sí productor de sandeces: es una sandez lo dicho por él. Del mismo modo hace un juego de palabras al referirse a Rato: “Hace tiempo que está “ido””, aclarando a continuación que ido del partido y no con sus facultades mentales perturbadas”, es lo afirmado por nosotros sólo hace unos días. Fraga sigue demostrando estar en forma y de nuevo aporta expresividad al lenguaje cuando se hace una pregunta a sí mismo y a los que lo rodean: ¿quién es ese cretino?, en contestación a unos simpatizantes del PP que lo acusaban de haber traicionado su voto o conminarlo a que se jubilara.
Elorriaga ha hecho oídos sordos a las reconvenciones de su Presidente-fundador y ha vuelto hoy a la carga: todos los males del partido proceden de la falta de diálogo interno además de haberse reafirmado en lo que dijo hace unos días en su artículo de “El Mundo”: “No está “en condiciones” para ser el líder que el PP necesita.” Ahora añade que no se ha hecho un análisis de la derrota electoral sufrida. Le echa un cable la fina analista Villalobos, que junto a su esposo Arriola sufre las chanzas de Federico en sus mañanas: justifica la bajada de votos en Cataluña por la actitud ante el Estatut y en Euskadi por la oposición frontal a la “negociación” con ETA.
Rajoy, en su buena fe, aún cree en la victoria final, o sea que va llegar de candidato hasta el 2012 o como se dice en los clásicos: !Cuán largo me lo fiáis!. Hoy emplea uno de los juegos de palabras a que nos tiene acostumbrados porque cree tener el «apoyo sincero de la mayoría que no es lo mismo que tener el apoyo de la mayoría». Zapatero no le va a la zaga aunque lo suyo es el empleo constante de eufemismos para ayudarnos a capear el temporal de la recesión económica.
Y donde también se utiliza el eufemismo, a veces, es en el País Vasco llamando moción ética a las mociones de censura y otras veces no, cuando en una de ellas un proetarra le da un puñetazo con rotura de cejas a un ex alcalde del PSOE y actual edil Vicente Itxaso, al mismo tiempo que los correligionarios del primero les llaman fascistas, torturadores o PSOE y GAL son lo mismo, como si se estuviesen contemplando en un espejo.
