Antonio Burgos: Cuando un tonto coge una «verea»…

antonio burgos

Sólo hace tres días en el post Las banderas: Las banderas: Loas a la rojigualda en detrimento de la republicana se hablaba de Antonio Burgos : “Este columnista del monárquico ABC comienza su soflama haciéndose esta pregunta retórica que rezuma cachondeo: ¿Qué ha pasado con esas banderas republicanas que no se os caen de las manos en las manifestaciones, hijos míos?, en el artículo  Y ni una sola bandera republicana

“…Y nada hablo de las banderas republicanas, de las que ya dije que les sacan tan mal el color histórico de la franja morada, tan virado a sudaca, que parecen como de algún país hispanoamericano más que una antigualla anticonstitucional.

Y cuatro días más tarde insiste porque ya se sabe que “Cuando un tonto coge una verea, ni la verea deja al tonto ni el tonto deja la verea” y eso es lo que le pasa a algunos con ciertos temas, el caso de Antonio Burgos que se ha permitido escribir El tonto de la bandera republicana : “Al tonto de la bandera republicana no le gusta el fútbol. Si no, prontito se iba a quedar en su casa cuando el Mundial”

Los que llevan la bandera republicana también, supongo, tienen la potestad de llamarlo a él “tontucio de los cojones” porque no se puede ofender a tanta gente tan gratuitamente y además sin riesgo alguno de que le partan la cara.

La columna completa la pueden leer siguiendo el enlace correspondiente pero no me resisto a reproducir algunos párrafos. No se puede se más experto en idiocia, estulticia y demás sinónimos, aunque creo que se pasa en la formación de nuevos “palabros”:

“Cada vez que hablan de tontos, especie hispánica sin riesgo alguno de extinción, echo de menos a Jaime Campmany, autoridad mundial en Estultología o Ciencia de los Tontos, quien convalidó mi aportación del Tonto con Balcones a la Calle. Campmany profundizó en la conexa Estulticiología o Estultología Aplicada, que es a la Estultología como la Sociometría a la Sociología: la ciencia de clasificar tontos, observar su comportamiento, calcular el ITC (Índice de Tontos Contemporáneos) y el PIT (Producción Interior de Tontos). Ido Campmany, tengo por mi maestro en Estultología al embajador José Cuenca Anaya, quien sirvió al Reino de España en destinos tan decisivos como el Moscú de Gorbachov o el Palacio de Santa Cruz en tiempos de integración en la OTAN y en Europa. Cuenca es dueño de un bien escaso y valiosísimo: una prosa clásica, bien armada, asentada en Cervantes, con paladar de campo y pueblo, escopeta y perdiz. Perfecta. Quien quiera saborearla, lea sus libros «Sierras, perdices y olivares», «La Sierra caliente» o los recientes relatos de «La noche de bodas»”

“Tiene razón mi actual Estultólogo Mayor del Reino. El tonto de la bandera republicana existe y todos lo conocemos. Hay muchos tontos de bandera. ¿No hablamos de «un toro de bandera» y ahí está la nacional con el de Osborne? Pues lo mismo existe el tonto de bandera. De diferentes banderas. Igual que el de la bandera republicana, que ni estaba ni se le esperaba cuando el Mundial…”

 

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