A la manera de la antigua Prensa del Movimiento

Sólo los ya jubilados o a punto de serlo comprenden a José María Izquierdo cuando este denomina «prensa del Movimiento» a ciertos medios que hoy intentan moldear el espíritu cívico como antaño. Y lo hacen día a día sin que les tiemble el pulso, impasibles en su ademán que está siempre presente en su afán de cada día. Y los nuevos prosélitos para hacer méritos nos sorprenden cualquier día afirmando en TVE que en el 11-M ETA andaba por allí. Ya salen conspiparanoicos sin saberlo.

 En esta prensa, que trae mefíticos recuerdos del pasado, está a la cabeza La Razón, hecha a imagen y semejanza de Paquito Marhuenda, al que vemos a diario culpando de todos los males del país “a la izquierda”, a la que nombra constantemente en vano. Pocas ha veces ha tenido un partido –el PP-, semejante mamporrero. Le siguen ex aequo ABC, La Gaceta , Libertad Digital…, por no hablar de las TDT partys.

 Así analiza, por ejemplo, La Razón, el tema de los Eres falsos y las calculadas imputaciones de la nueva juez estrella Merche Alaya. Una como ella haría falta en Gürtel y Bárcenas para que comenzara a tirar de la manta y no pudiesen veranear tan tranquilos ninguno de los que tanto han trincado, entre los que se cuentan a pares desde ministros que lo fueron a altos cargos del partido gobernante:

“Van de rojos aguerridos, pero viven como grandes burgueses. Ahí estaban, en la barra de uno de los locales más selectos de Madrid. Uno, diputado de la izquierda plural más militante. Otros dos, sindicalistas de los que vociferan a destajo. El mejor jamón ibérico, con exquisitos vinos, para estos señoritos de nuevo cuño. Muy nerviosos por el tema de Andalucía, que acaba de empezar. ¿Y qué hará el virrey Diego Valderas?, se preguntan. ¿Se atreverá a retirar su apoyo al PSOE? Ahí está la clave, no quiere perder su poltrona y suculento sueldo. Por cierto, ¿quién fue la primera persona a la que llamó ‘Maleni’ tras conocer su imputación? En el AVE a Sevilla, esta semana se ha visto y escuchado de todo. Vientos de aceituneros altivos sobrevuelan”

 Incide sobre la imputación de Magdalena Álvarez Román Cendoya, en La Gaceta:

 “No podía ser que el choriceo de los ERE se quedara en un tercer nivel como si fuera una corruptela más de las que se producen en mil y un lugares de nuestro país. No podía ser que los peces gordos del Gobierno de Andalucía no estuvieran involucrados en el atraco del dinero destinado a los parados. La trama estaba muy organizada. Y creo que sería más que plausible que, dentro de los múltiples delitos que han podido cometer, se contemple también el de organización criminal”

 Y da un ejemplo de caridad cristiana La Razón, tan vaticanista él, trayendo a su portada la imagen de un enfermo terminal, el terrorista y asesino Josu Uribetxeberria Bolinaga, con la inclusión de detalles sórdidos:

  “Esperanza de vida: dos meses” “Las radiografías indican que la metástasis se extiende y que los tratamientos no han logrado frenar el cáncer”

 Zoé Valdés , desde su cómoda doble nacionalidad hispanocubana escribe en Libertad digital sobre el presidente Evo Morales, recientemente humillado por algunos países occidentales, entre ellos España, siguiendo las consignas del Imperio. No ahorra, desde su condición de excelente escritora, gran cantidad de descalificaciones, desde el muerto Hugo Chávez, ya en el Más Allá, en el reino de la idiotez letrinoamericana, hasta Evo, el cocalero, “tonto, cateto, el imperfecto en todo, burro zoquete”.  Y Maduro, un perfecto idiota:

 “Desaparecido Hugo Chávez, quien seguramente ha cogido palco de honor en el reino de la idiotez letrinoamericana, allí en el Más Allá de los caudillos y dictadores de segunda mano, de brocanterie, de pulguero, toca el turno ahora de destacarse, de lucirse, al tonto de Evo Morales.

Morales ha sobrepasado a Hugo Chávez y a Nicolás Maduro, sin contar a los otros, Kirchner, Ortega, y demás etcéteras, en cuanto a mediocridad y tontería… Porque si Maduro es un perfecto idiota, Evo, por el contrario, es un idiota imperfecto. Ni siquiera aplica y clasifica de memo dentro de su distinguida y ya elocuente bobería(…)

El presidente cateto de Bolivia (…) se ha metido en camisa de once varas en relación al caso Edward Snowden (…) Pero Evo se hace el listo, el vivo, el bicho, y miren por dónde se desliza barranca abajo y sin frenos: a inventarse un secuestro. ¡Por favor, un secuestro llevado a cabo por otro iluso de embajador español! ¡Nada más y nada menos que un secuestro de trece horas! ¡Habría que estar loco para secuestrar a un tipo como Evo Morales durante trece largas horas! ¡Qué tremenda tortura para el pobre secuestrador! ¡Ni tres minutos aguantaría yo a Evo Morales, el cocalero iluminado, vamos, ni por un Potosí!

Porque ¿saben una cosa? El problema de Evo es que ni siquiera llega a ser un perfecto idiota letrinoamericano, como ya dije y subrayo, Evo es cretino hasta en su calidad de energúmeno, con máster de gilipollas (…) Evo, el imperfecto en todo, el ignorante inútil, el babieca defectuoso, arma un revuelo alrededor de un secuestro que nunca existió. Y claro, muy poca gente lo toma en cuenta, porque francamente, ¿a quién le importa que Evo, el burro zoquete, haya sido secuestrado durante trece irremediables horas como no sea para apiadarnos del desgraciado héroe al que le han ordenado semejante tarea?”.

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