La Ley integral contra la Violencia de Género no siempre es justa (5)

Este es el 5º post que dedicamos a asunto tan peliagudo porque van en aumento- y no hay Ministerio bibianesco que lo pare-:  las muertes de mujeres a manos de sus parejas, casi siempre habiendo por medio una orden de alejamiento aunque no en todos los casos, o de hombres a manos de sus parejas, aunque ya sin relieve periodístico ni alarma social por medio. Curiosamente en el segundo supuesto rara es la vez que no hay un cuchillo de cocina por medio: casi siempre se producen las agresiones a los cónyuges en este espacio familiar.

Mientras la sociedad no se dé unas normas más eficaces para atenuar el problema que nos tememos existirá siempre, al igual que las guerras, no vamos a pedir que se derogue la Ley contra la violencia de género (masculino) ejercida contra las mujeres aunque tenemos que aspirar a la justicia sin adjetivos, a la pura justicia, aunque seguiremos diciendo que esta Ley no siempre es justa porque, aunque haya traído cosas buenas, como el hecho de que la sociedad ya no tolera situaciones de violencia machista y aunque al mismo tiempo también se están produciendo abusos porque no ha hecho una buena definición del maltrato.

El juez Serrano, tan vilipendiado y maltratado por ciertas feministas extremistas ha dicho que  “si no define el delito con absoluta claridad es una ley que hace aguas, es una ley injusta-todos conocemos casos que van en este sentido- porque estigmatiza al hombre acusado de maltrato, pues incluso después de demostrar que se trataba de una denuncia falsa, su proceso de divorcio seguirá en el Juzgado de Violencia de Género y no en el de Familia” Estamos ante una ley que va claramente contra del artículo 14 de la Constitución:” que dice- en balde en este caso– que los españoles son iguales ante la ley sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo o religión”.

Viene a cuento este 5º post por el último y sangrante caso de un hombre que, a causa de una denuncia falsa de su mujer, ha pasado 18 meses en la cárcel, a pesar de que, antes de ingresar en prisión, presentó una declaración de su mujer en la que ésta admitía que todo era una invención, según sentencia de otro Juzgado: “le puso una denuncia falsa en un arrebato de rabia habiéndose producido ella misma las lesiones.”, algo que llegó tarde, cuando ya había cumplido el año y medio de cárcel.

 Pero para más INRI fue el mismo juzgado que antes había juzgado y condenado a Juan Antonio y le había denegado la suspensión de  la condena., a pesar de que  informó de que en otro juzgado se seguía un procedimiento contra su ex pareja por denuncia falsa,  el que había ordenado el ingreso carcelario de Juan Antonio por malos tratos, el que dictó días después otra sentencia, pero en esta ocasión condenando a la ex esposa por la falsa denuncia.

Ahora el injustamente condenado reclama al Ministerio de Justicia una indemnización de 300.000 euros de indemnización por haber estado casi 18 meses preso debido a una denuncia falsa  porque en su caso se ha producido un mal funcionamiento de la administración de justicia, algo que no castiga al juez que se equivoque sino que es el Ministerio de Justicia, ante la opinión no vinculante del Consejo General del Poder Judicial el que puede indemnizar.

One comment

  1. Pienso que al margen de que se concience a la ciudania de que al maltrato, tarjeta roja, pero tanto contra el hombre , como a la mujer y que se esta vulnerando claramente el Derecho fundamental de la Costitucion. Habia que sacar sacar la tarjeta ROJA a muchos jueces impresentables, y acojonados por las feministas, y meter a unos cuantos en la carcel, y no cuando paso algo de lo mismo en su propia familia se quede todo en una falta como ya ocurrio en Barcelona.No somos todos iguales?.

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